lunes, 30 de septiembre de 2013
POMPAS
ESTELARES
Alba
jamás imaginó que aquello le estaba sucediendo a ella…
Un
día cualquiera, de un mes cualquiera, de un año cualquiera, una niña de ojos
azules, pelo rubio y rizado se vio atemorizada por su propio mundo, el mundo en
el que nació y siempre había vivido, aun no sabía bien si el miedo era
infundado por una sociedad egoísta en la que no podía confiar o simplemente era
su propia mente la que le jugaba malas pasadas.., quien sabe, pero aun así ella
se sentía pequeña, y triste en aquel mundo de gigantes, así que echó a correr,
a correr sin más; y se desvaneció en la penumbra de la oscuridad de aquella
cálida noche de verano.
Se
sentó en la orilla del mar y mirando el reflejo de la luna en el horizonte se
tranquilizó, media hora más tarde se tumbó en la arena y empezó a observar las
estrellas, eran tan pequeñas y brillantes.. Que no le importaba dejar de mirarlas
nunca.
De
repente, mientras miraba las estrellas, se dio cuenta de que había un grupo de
estrellas alineadas entre sí, formando una línea recta.
Un
minuto más tarde salían de su fila a medida que iban haciéndose más y más
grandes, es como si se estuviesen acercando a ella y poco a poco se iban
esparciendo ante sus ojos.
Al
principio se asustó y se le encogió el corazón, ya que pensaba que se trataban
de meteoritos que se acercaban hacia la tierra, pero cuanto más se acercaban
dichas estrellas más se parecían a unas enormes y relucientes perlas perfectas,
como si fuesen planetas de un brillante blanco mate; Y estas, cada vez más y
más cerca iban pasando de ser gigantescas perlas a unas pompas de jabón, pompas
enormes y de muchos colores brillantes y fantásticos..
Desconcertada
pero raramente tranquila y sumisa siguió tumbada pero esta vez cerró los ojos y
dejó que las pompas llegaran hasta ella y la tocaran, al explotar, millones de
puntitos brillantes como purpurina se
desvanecieron en su rostro.
En
ese momento sintió algo muy extraño e intenso, era una sensación muy agradable,
como un alivio mental y espiritual que anuló toda su furia, su negatividad y
tristeza.
Alba
se levantó de la arena, con la sensación de que era como una estrella, pequeña
pero brillante ,que solo ella podía saber lo grande que era, se secó las lágrimas
y comprendió que la imaginación tiene magia y que puede hacerte grande y feliz
en los momentos más tenebrosos de la vida.
Lucía Jurado Hernández ---1º E.S.Diseño
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